jueves, 26 de febrero de 2009

lucha libre


Japón es un país místico, donde conviven de igual manera la tecnología y las tradiciones ancestrales, tiene una riqueza histórica y cultural incalculable. México por su parte, es un país que adolece de muchas cosas, la diferencia que tiene con Japón a simple vista es que México es un país tercermundista "en vías de crecimiento" (la condición en la que quiero creer que estamos), pero al igual que Japón tiene una riqueza de tradiciones que difícilmente algún país latinoamericano posee. Es un país que celebra la muerte y que se enorgullece del legado que las comunidades indígenas de siglos pasados han dejado como testigos de su existencia. Algo que siempre me ha parecido que hermana a México con Japón, es el gusto por el "superhéroe", el superhombre, el Robin Hood, el Quijote o como ustedes gusten llamar al prototipo del hombre honesto, fuerte y justiciero, esta fijación se encuentra en todos los países del mundo, pero en ningún otro se puede encontrar a un superhéroe de carne y hueso en el metro ... ni siquiera en Japón (¡tómenla!). Una leyenda urbana (que no puedo confirmar debido a que nunca he estado en Japón) es que por aquellos lares la lucha libre mexicana gobierna, existen verdaderos fanáticos de nuestro arte del pancracio (se le llama así a la lucha libre debido a que en la antigua Grecia existía un evento olímpico mezcla de lucha grecoromana y boxeo llamada Pankratios, quizá por ello aquel que diga que es un mero truco o demas lo reto a subir aun cuadrilatero y aguantar un raquetazo en el pecho aver si muy chichos...............bullx

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